
¿Qué es el Arte? ¿Qué es exactamente un Artista? Volver de nuevo a estas cuestiones puede parecer una repetición innecesaria, una acción demasiado obstinada; pero una observación detallada del tema puede desvelarnos ciertas cuestiones que nos ayudarán a entender, al menos, la relevancia de lo tratado. Que el Arte es una cuestión ciertamente complicada es una realidad constatada a menudo por todos aquellos que se acercan hasta ella con un ánimo crítico.
León Tolstoi, por ejemplo, no tardó en plantear la necesidad de esclarecer la práctica de una actividad compleja que, por lo visto, viene a suponer más un
problema que una verdadera
solución: "nos dicen, sin embargo escribe
Tolstoi-, que todo esto se hace en provecho del arte, y que el arte es una cosa muy importante. ¿Será cierto que el arte tiene importancia bastante para cohonestar tales sacrificios? Tanto más urgente es resolver esto cuanto que el arte, en provecho del cual se sacrifica el trabajo de millones de hombres, y por el que se pierden millares de vidas, aparece a la inteligencia de un modo cada vez más vago e incierto". Siguiendo con esta línea de pensamiento, entendemos por qué conceptos como Arte o Artista comparten el dudoso privilegio de complicar nuestra existencia junto con todos aquellos que han sido ya utilizados en la molesta tarea de "perseguir esencias, conceptos puros, procesos inmateriales y fundamentaciones últimas", tan sólo para conseguir con ello, como bien nos
indica Silvia Rivera, "crear un reino de fantasmas". Pero vayamos por partes: la Filosofía Terapéutica se encarga de curar las enfermedades filosóficas provocadas por un cierto uso ilegítimo del lenguaje, pero haciendo hincapié sobre todo en un hecho concreto: ésta, la Filosofía Terapeútica, desenmascara la relación existente entre nuestras prácticas y nuestros conceptos porque mantener oculta esta relación empobrece enormemente nuestra capacidad de acción. Es decir, al buscar explicaciones inapropiadas o teorías imposibles estamos perdiendo de vista la cuestión más importante; en realidad, la única cuestión por la que se justifican estas líneas.
Cayetano Lupeña nos lo recuerda una vez más en un comentario en
Libro de Notas: "Artista es en mi opinión escribe Cayetano- un hombre autoconstruyéndose, incompleto, enfermo (en cuanto que no está equilibrado y sereno en el mundo)". Cayetano introduce aquí una importante novedad: el hombre que se dedica al Arte, es decir, el Artista, está enfermo, muy enfermo, por lo que no parece de más emparentarlo también con una Filosofía que se dice así misma "terapéutica"; de lo que se trata en ambos casos, a fin de cuentas, es de intentar "salir del laberinto". ("Una
figura nos tuvo cautivos. Y no podíamos salir pues reside en nuestro lenguaje y éste parece repetírnosla inexorablemente"). Pero hay más: en el fondo, lo que nos estamos jugando es la forma correcta (ética o estética, si lo prefieren) de entender la vida. El "sentido común", que siempre me acompaña cuando visito algún museo de arte, no deja de repetírmelo: "contemplar todo esto comenta el sentido común ante las obras expuestas- no tiene para mí el menor interés, la menor trascendencia; lo que me gustaría, sin duda alguna, sería poder crear cosas como éstas, mis propias creaciones, mis propias obras de arte". Conceptos, prácticas sociales y sentido común llegan así unidos al final del camino solicitando de nosotros un gesto afirmativo; porque de este gesto afirmativo, de este salir del laberinto para alcanzar el equilibro y la serenidad en el mundo (¡por qué no: de este "ver el mundo con ojos estéticos"!) depende el resultado final de las investigaciones. Cuando
Isidoro Reguera nos recuerda la influencia de
Wittgenstein como objeto específico de arte, como materia artística, y no sólo como teoría estética, lo hace hincando con fuerza los signos de interrogación en el centro mismo de la polémica: "Por algo será concluye Reguera- ¿No será porque 'ética y estética son una y la misma cosa'?" Ética y Estética son una y la misma cosa porque, finalmente, una vez abandonado el laberinto, una vez curados del todo de la enfermedad que nos afectaba, podemos estar seguros de haber elegido el camino correcto. Y exclamar, al fin, felices, como exclamó el artista
Oteiza: "he sabido vivir"; o bien exclamar: "dígales que mi vida ha sido maravillosa", como exclamó el artista
Wittgenstein a la Sra. Bevan, su cuidadora, poco antes de morir.
13 comentarios
26 -
Enrique -
Cayetano -
A modo de primicia, tengo intenciones de escribir una nueva columna en Libro de Notas, donde podré extenderme sobre ese y otros conceptos relacionados con el arte. Espero que para el mes de Octubre, el artículo de Enrique y los comentarios que aparecen aquí, los guardo (o Enrique los mantendrá en este servidor) y serán útiles como referencia.
"Rastros y deshechos" es un buen título para un artículo ;) ... y si, hay obras que producen ese efecto. Es opinion muy personal, pero los "peces rojos" de Klee es una de ellas, aun así esa "obra" forma parte de un proceso, un paso más, una huella, un rastro que deja un hombre llamado Klee en su proceso de autoconstrucción ..., es mi opinión, tambien la forma en la que entiendo eso que conocemos como Arte. En fin intentaré dar la paliza, de la forma más clara y coherente que me sea posible, en torno a una idea fija que últimamente me ronda por la cabeza como si fuera piojo o mosquito, de momento no pienso lavarme aunque hieda :)
La idea de la H en desecho tambien serviría para alargarse, des-hacer, des-velar, des-ocultar. Hay procesos de des-hacer que generan una serie de obras que se consideran Obras de Arte. (Por ejemplo Malevich).
Un abrazo
26 -
26 -
La obra en esencia debe ser hermosa, bella en sus múltiples acepciones, llena de contenido, de esencia, ha de ser por si sola curativa, sanadora de quien la crea y quien la contempla o la disfruta, cuanto más lejos me siento de eso ante una obra más difícil me resulta pensar que es arte.
Enrique -
Cayetano -
Por desgracia he de ser breve, además estoy, en estos momentos, con la atención puesta en otras cosas relacionadas con el trabajo. El texto anterior está escrito apresuradamente y siento que este no será mejor. Confio que me perdoneis si no puedo escribir con la calma necesaria, al menos hasta Noviembre no tendré oportunidad de estar conectado e internet en un contexto de mayor intimidad. Primera explicación y a lo que iba:
Esto para explicar que mi texto no es opaco sino confuso (ahora que lo releeo) y presupongo que se han leido cosas que escribí anteriormente, y como es obvio no todo el mundo las lee ni tiene porqué. Tolstoi de pregunta "¿Será cierto que el arte tiene importancia bastante para justificar tales sacrificios?" http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofia/arte/indice_arte.html
¿A que sacrificios se refiere Tolstoi? No a los del artista sino a quienes han de mantener la infraestructura necesaria y aunque esta cita del texto referido hay que tomarla con precaución:
"Pero si el arte es una actividad que tiene por objeto transmitir de un
hombre a otro los sentimíentos mejores y más elevados del alma humana, ¿cómo explicar que la humanidad, durante todo el período moderno, haya
prescindido de tal actividad y la haya substituído por una actividad artistica inferior, sin otro fin que el placer? "
Pues Tolstoi identifica placer con "pecado" sirve para añadir que Kandinsky tambien apunta:
"De estas dos definiciones de la actividad del artistas escogemos la segunda, si pensamos en la exposición descrita anteriormente: con mayor o menos habilidad, virtuosismo y brío, aparecen sobre el lienzo objetos relacionados entre sí por medio de «pintura» más tosca o más fina. La armonización del todo sobre el lienzo es el camino que lleva a la obra de arte. Esta es contemplada con ojos fríos y espíritu indiferente. Los expertos admiran Ía «factura» (así como se admira a un equilibrista), paladean la «pintura» (como se paladea una empanada).
Las almas hambrientas se van hambrientas. La gran masa pasea por las salas y encuentra los lienzos «bonitos» y «grandiosos». El hombre que podría decir algo al hombre, no ha dicho nada, y el que podría oír, no ha oído nada.
Este estado del arte se llama «l'art pour l'art».
La destrucción de los sonidos internos, que son la vida de los colores, la dispersión de las fuerzas del artista en el vacío, es «arte por el arte»."
La escuela de la Bauhaus, al menos en sus inicios, plantea el arte como herramienta para construir un nuevo hombre para la vida. Idea que toma Oteiza, un artista se forma en laboratorio para la vida, para actuar politicamente en la realidad, etc. etc.
Siento no poder seguir, pero confio que estas breves pistas puedan servir para explicar que cuando dices "Si la obra artística es el resultado de una necesidad de completarse de sanar de equilibrarse, el que la logra se completa sana se equilibra el que no, no.". Yo te respondo que: la obra es solo un rastro, el desecho de un proceso metabolico de un hombre que se autoconstruye. Otro asunto es considerar "estos desechos" como Objetos de Valor, en mi opinión lo importante es ese hombre cuando vuelve a la vida con una sensibilidad "educada".
Tengo que terminar, en la industria no se ve con buenos ojos emplear el tiempo en escribir sobre temas que siempre me interesan, tengo que generar plusvalías para pagar los impuestos que hacenn posible que Serra disponga de más tiempo que yo para enrredar en su laboratorio ;)
26 -
Tampoco me hagáis mucho caso, pero es que a veces me cuesta sobremanera entenderos. No tanto por la opacidad de lo escrito como por la falta de instrucción de este bien intencionado lector.
Cayetano -
Es una lástima que aquí no puedan usarse enlaces, esto ayuda a dar un significado preciso a las palabras. Si Bien es cierto que podemos considerar enfermo hasta cierteo punto, como señala 26: "El que lo pretende y no no lo es o espera el reconocimiento y no alcanza el que desea, ese si, puede que si, que se sienta un ser incompleto, y el grado de su enfermedad estará unido al grado de su engreimiento".
Cuando Enrique cita una observación mía en LdN está hecha en un determinado contexto. Sería muy largo intentar explicar aquí en que consiste la "enfermedad" del Artista (con mayusculas, generalizando, porque hay muchas clases de artistas) cuando se habla de Artista, al menos yo entiendo que se trata de artistas que, tras un largo periodo de tiempo, están en los catálogos de eso que se conoce como Historia del Arte. Pero si nos fijamos esa Historia,, al menos la escrita con cierto rigor, habla de Obras de Arte y que las biografías personales de sus autores son irrelevantes: un conjunto de alegrias, desesperaciones y anécdotas que nada o poco tienen que ver con la épica de los Héroes. Lo que que importa en realidad es la Obra. Que esta Obra se reconozca como valiosa requiere un consenso, más o menos general a lo largo de muchos años (es posible, que como en el caso del Greco, haya de trancurrir casi 300 años, o que de pronto la cierta "artesanía" africana cobre relevancia, o en un determinado momento los jardines, caligrafía y dibujos realizados por monjes zen sean considerados como el mayor logro estético por autores como Tapies, Chillida u Oteiza ...).
Cuando hablo de "enfermedad" hablo de desiquilibrio, de diferencia de potencial, de desnivel que hace que el agua fluya. Un hombre cualquiera con una sensibilidad determinada y en un espacio determinado, en soledad intenta resolver "su enfermedad" utilizando una serie de herramientas a las que podemos llamar "artísticas" o loo que mejor nos plazca (mantener un jardin o una huerta primorosa, hacer bien tu trabajo, etc. pueden ser tambien herramientas de "curación").
Lo que apunto es la posibilidad de una grave enfermedad cuando el Artista no es capaz de curarse, de eliminar toda necesidad de expresión, de terminar, cloncluir (el monje zen emplea la caligrafía y la pintura como una vía hasta no necesitarla más).
El Artista, dejando a un lado consideraciones de mercado, premios y reconocimientos públicos, es un icono relativamente moderno. ¿Cuándo se pasa de ser artesano a Artista?.
Tengo dudas de la salubridad de ese icono al que llaman artista. Y si creo en que la "tecnología artística" y sus múltiples herramientas sirven al hombre para construirse (curarse). Sin embargo, la realidad es muy distinta, para que sea posible una escultura de Serra en Bilbao se requieren muchas horas de esfuerzo y tiempo (via impuestos y plusvalias obscenas) de tal forma que millones de esclavos tencan que sacrificar su vida (su tiempo) viviendo en una situación en las que se hace imposible la curación ...
Personalmente he ido encontrando las vías necesarias para encontrar el tiempo y el espacio (no el de Heidegger sino el realmente útil) para continuar con mi propio proceso, hay una premisa previa (parodiando a Laing) evitar, en la medida que ello sea posible, la necesidad de una identidad de "artista", esto requiere, como para ser identificado como "madre" tener hijo. Obviamente es una coña fina que no pretendo explicar mucho más ;). Pero a nada que pueda he prometido explicar esta concepción de las cosas en una serie de artículos. Aunque está por ver si tendré tiempo de "ponerme en obra"
Un saludo.
Enrique -
26 -
Enrique -
José Angel -